Yorgos Lanthimos: La nueva ola griega distópica
Introducción
Las distopías, en el mundo del cine, son entendidas como lugares, ya sean sociedades, gobiernos o microcosmos de cualquier naturaleza, que se caracterizan por su hostilidad e idiosincrasia adversa. En general, se considera que los ejemplos se refieren a situaciones futuras, pero nada impide que en la ficción cinematográfica se sitúe lo indeseable en el aquí y el ahora.
En este trabajo se busca el análisis documental de los patrones que se repiten en la cintas de Yorgos Lanthimos, ya sean simbolismos, analogías, discursos u otros elementos que marquen su perspectiva distópica sobre los diversos temas principales que la obra pueda tener como eje central.
Yorgos Lanthimos es el director griego más reconocido del momento a nivel mundial y uno de los favoritos en la nueva ola de cine europeo. Nacido en Atenas, desde chico encontró su vocación en las artes visuales. Estudió en la Hellenic Cinema and Television School Stavrakos, en Grecia, sus primeros trabajos fueron de director de anuncios publicitarios, posteriormente estaría en el equipo creativo encargado de gestionar tanto la inauguración, como el cierre de los juegos olímpicos de Atenas en 2004. Otros trabajos del griego serían como director de obras de teatro y videodanzas. En 2002 comienza su carrera como director de cine, con My Best Friend (2001) en la cual no participa como guionista. Sería en su segunda película, Kinetta (2005), en la que encarnaría también el papel de guionista, escribiendo junto a Yorgos Kanakakis el libreto de la película. A partir de aquí Lanthimos comenzaría a trabajar en los guiones de todas sus películas, fue hasta 2018 cuando su película The Favourite fue la primera en más de una década que dirigió sin participar como escritor.
Lanthimos ha sido ganador de varios premios del Festival de Cine de Cannes y nominado en varias ocasiones a la estatuilla de la Academia, tanto como guionista como director, su cine se ha caracterizado por presentarnos sociedades enfermas, deshumanizadas y cínicas; distopías crudas pero que en el fondo no parecen ser tan diferentes a lo que actualmente vivimos.
Dentro de su ficción se anida un sentimiento que rasga la delgada tela que separa al espectador y al espectado. Es por esto que considero que es importante hacer énfasis en esta visión, que aunque nos plantea una antítesis a la utopía a la que estamos acostumbrados a perseguir, muy subliminalmente nos muestra un reflejo de en lo que la sociedad se está convirtiendo, aunque sea en una versión más dramática y estilizada.
El contexto del director se desarrolla a partir de 1974 en Atenas, la capital griega y ciudad más grande del país, por este motivo es que el director vivió en una metrópoli donde convergen muchos movimientos artísticos y culturales. En cuanto al cine griego hay que tomar este como una gran influencia en la forma de Lanthimos de hacer cine. A pesar de que el cine griego es muy basto y rico, este se ha visto sesgado por las guerras y la inestabilidad política que ha sufrido la nación, este cine se ha caracterizado no sólo por contener tramas dinámicas sino también altos contenidos eróticos, cosa que se puede ver también en las cintas de Lanthimos. Fue hasta los años 20 que se empezaron a producir las primeras películas griegas de forma profesional. Haciendo un recuento histórico, esto es después del final de la guerra Greco- Turca, y si le damos un vistazo a la historia general del cine podemos apreciar que la mayoría de los movimientos vanguardistas más importantes se desarrollaron de forma postbélica, el expresionismo alemán después del a Primera Guerra Mundial, el montaje soviético después de la revolución rusa, el neorrealismo italiano después de la Segunda Guerra Mundial, la época de cine de oro mexicano después de la revolución mexicana, entre otros. Después de la guerra civil de Grecia (1946–1950), el cine griego entró en un renacimiento helenístico, este se inspiró en el neorrealismo italiano, después de este breve movimiento, el cine griego entró en su edad de oro que duró aproximadamente de 1950 a 1960.
Finalmente el cine griego decayó a causa de la censura estipulada en la Junta de 1967, acompañado del aumento de la competencia extranjera. El cine griego no florecería de nuevo hasta la década de los 70, gracias a las obras realizadas por Theo Angelopoulos, el director más importante de la historia del cine griego, quien recibió numerosos galardones y premios. En la década de los 90, se experimentaría utilizando recursos iconográficos en el cine realizado por un grupo de jóvenes griegos y en la década de los 2000 un nuevo grupo de realizadores nacería, encabezados por Lanthimos y la directora Athina Rachel Tsangari.
Desarrollo
El hombre siempre ha estado enamorado de las historias ficticias, y de entre todos los géneros que estas pueden abordar, uno muy particular que siempre ha generado un morbo o interés peculiar es la ficción anticipativa, digase, distopías, utopías, mundos post-apocalípticos, la ciencia ficción y en casos más alejados la vida después de la muerte, es imposible comprender al humano como un ser que no se interesa por su porvenir, ya sea con miedo o esperanza, la humanidad siempre se ha visto apasionada por tener el saber; el saber de su destino, el saber de su futuro. Entre el cine y la literatura es donde esta visión de predicciones se ha anidado de forma más cómoda, puesto que son medios que permiten la completa descripción a detalle de estos escenarios.
Ahora bien, Lanthimos, en palabras muy generales hay, dos formas de comprenderlo, desde una perspectiva particular no hay mucho que decir de él, es director griego emergente que se ha popularizado en los últimos años por sus trabajos que salen de lo convencional, sin embargo, este trabajo no está interesado en abordar ni la biografía ni los aspectos generales de Lanthimos sino su visualización de las distopías y su estilo fílmico desde una perspectiva sartreana. Un estilo fílmico que no sólo le ha valido numerosos premios y reconocimientos alrededor del mundo sino que también le han dado una mayor libertad creativa y una mejor rentabilidad como cineasta. Es esta perspectiva pesimista de Lanthimos lo que se analizará de forma documental, pues aunque la distopía no es el eje en el que se mueven sus obras, si es un aspecto fundamental e indispensable para la esencia de su creación.
Son muchos los temas que de forma obsesiva se repiten en la filmografía de Yorgos Lanthimos. Entre ellos, podríamos destacar la soledad en compañía, conflictos con el sexo o el inevitable sometimiento a la autoridad. Todo su universo está mostrado de forma satírica, sin despreciar la parodia o el humor negro, hasta tocar un surrealismo que resulta provocador.
Formalmente, se apoya en colores fríos y en una cámara que no duda, sobre todo en sus últimas obras, en mostrarse muy fija hasta apabullar, intentando guardar la simetría. Otro elemento indispensable de su obra es uno que se repite en todas sus películas: la violencia, verbal o física, en campo o fuera de él. Sus actrices y actores, en ese entorno, recrean a sus personajes como dirigidos por hilos, con movimientos mecánicos. Se pasean y sufren su existencia de forma autómata y estupefacta. La espontaneidad no parece que vaya con ellos, se muestran calculadores y no enseñan con facilidad sus sentimientos, si es que los tienen.
Tras el análisis completo de la filmografía de Yorgos Lanthimos llegamos a la conclusión de que en el estilo del director se repiten unos factores y características que son, cuando menos, muy interesantes y fuera de lo convencional dentro del espectro de películas “populares”, por así llamarlas, de este siglo. Los patrones distópicos que se repiten en la filmografía del griego son los siguientes:
Las Realidades Alternativas
Uno de los elementos que más caracterizan las narrativas en las que se desarrollan las historias del director son los universos alternativos en los que estos se sitúan. Por ejemplo, en Kynodontas (2009) la historia se desarrolla enteramente dentro de una gran residencia, donde una familia integrada en su mayoría por un grupo de “adultos” jóvenes, que no conocen el mundo exterior y que han sido moldeados por sus padres para percibir de forma mal conceptuada lo que pasa fuera de los muros de su hogar parece no estar en el mismo plano existencial en el que se desarrolla la vida como la conocemos, independientemente de que toda la película se sitúa dentro de la casa, la esencia de la película nos ambienta en un mundo totalmente apartado de la sociedad, y es que no existe rastro alguno de que el mundo exista fuera de la residencia familiar en la que nos encierran por poco más de hora y media, el único y pequeñísimo detalle que nos sugiere que existe algo fuera de la casa es un avión que se logra ver surcar los cielos y que tal vez está ahí sólo para darnos esa necesidad de creer que fuera de este limitado espacio sí existe un “algo más”. Esta cinta es una representación contemporánea de lo que hace más de 2400 años Platón nos presentó con el llamado “Mito de la caverna”, que es no solamente una alegoría de la historia de la filosofía sino también una distopía sobre el poder de la manipulación humana.
Por otro lado, la que es, la realidad alternativa más evidente, marcada y característica de todas las películas de Lanthimos es la de The Lobster (2015), en este caso la existencia de un universo paralelo no es sugestiva como con Kynodontas (2009), que sólo sugiere este escenario, sino que en esta película es evidente desde la primera escena (en la que una mujer conduce por una carretera, baja de su auto y le dispara a un asno en la cabeza) que lo que estamos viendo no es algo que haga sentido para nuestro modus operandi, The Lobster (2015) nos presenta una sociedad completamente polarizada, donde no hay puntos medios, no hay libertad y lo que parece se nos presenta como libertad no es más que una ilusión de esta. Si lo vemos desde la perspectiva de Sartre este estilo de vida nos hace completo sentido: El hombre está siempre en situación, no es libre de ser libre y no puede no ser libre, por eso vive en un eterno estado de pasión y angustia. En The Lobster (2015) nos presentan un mundo en el que los solteros que llegan a cierta edad son llevados a un hotel en el que tienen 45 días para encontrar pareja o de lo contrario serán convertidos en animales salvajes y tratados como tal. El objetivo fundamental de Lanthimos para utilizar estos universos alternos es el de hacer una crítica a la sociedad en la que vivimos, presentándonos un escenario totalmente descabellado pero que en verdad no dista mucho de lo que vemos en sus cintas, tal vez estas estén, en cierto sentido, exageradas o dramatizadas pero siempre hay algo de verdad en esas ficciones.
En el The Killing of a Sacred Deer (2017) vemos un caso parecido al de Kynodontas (2009), en el que tanto los protagonistas como la sociedad que rodea a la trama principal parece no estar dentro de las normas sociales por las que nosotros nos regimos, sin embargo en esta película este hecho es más evidente y menos sugerente que en Kynodontas (2009), ya que aquí sí se nos da una vista, bastante general, de cómo funciona la sociedad de este universo paralelo. Durante toda la película vemos como la familia en la que gira en torno la trama tiene una total falta de motivaciones humanas empáticas, los personajes se preocupan los unos por los otros sólo por el hecho de ser familia, pero por que las normas sociales lo dictan, no porque en verdad se vea que tienen la necesidad de solidarizarse los unos con los otros. El personaje que tiende a tener una personalidad un tanto más humana que la de los demás es el protagonista, David (Colin Farrell) pero esta presencia de factor humano es la que le desencadena todos los problemas que afronta durante toda la película. Por otro lado el personaje más deshumanizado de la cinta, Martin (Barry Keoghan), parece encajar, por lo menos de primera instancia, de forma perfecta con todos los demás personajes de la cinta, teniendo una aceptación inmediata de sus allegados.
Surrealismo Animal
En la mayoría de las películas Lanthimos los animales son utilizados como un elemento simbólico que evocan a un surrealismo distópico y un tanto crítico. Estas alegorías están mayormente presentes en los filmes de The Lobster (2015) y en The Killing of a Sacred Deer (2017), sin embargo comenzaremos por analizar dónde puede llegar a ser un poco más sutil estos toques de surrealismo animal. El ejemplo más actual que tenemos es en The Favourite (2018) en la que la Reina Anne trata a sus conejos mejor que a sus súbditos, y los llega a tratar con un cariño casi maternal, y aunque en la película nos parezca una relación enfermiza entre una mujer con severos problemas tanto psicológicos como físicos, hoy en día no podría estar menos alejado de la realidad, donde las personas huyen del tradicional esquema de la paternidad/maternidad pero conservando el instinto de crianza que los lleva a la adopción de un ser inferior al que pueden educar y moldear a su antojo. Por otro lado, la otra cara de la moneda la vemos en Kynodontas (2009) donde esta simbología animal ocurre totalmente a la inversa, en esta cinta a quienes se manipula son a los hijos de una familia, aparentemente “tradicional”, otro pequeño guiño de surrealismo animal en la cinta es el de que a los hijos se les enseña que el gato, (que de alguna forma u otra se coló dentro de la casa y con la excusa de que es uno de los peligros del exterior) es un ser altamente peligroso al que únicamente se le puede combatir poniéndose a cuatro patas y ladrando, un ejemplo más de que la manipulación no nos hace más conscientes que los animales.
Ahora bien, los pesos pesados de esta sección, comenzamos con The Lobster (2015), donde es un poco más notorio el uso de este recurso, como ya se dijo antes en esta historia los solteros tienen que buscar pareja en un lapso establecido de tiempo y si no lo logran serán transformados (de una forma que nunca nos explican) en el animal que eligieron al inicio de la cinta. Este recurso lo utiliza el director como una metáfora sobre cómo nos entregamos al sistema y lo aceptamos a pesar de las inconsistencias que este tenga, en la cinta, las personas que no aceptan este régimen y deciden ser “libres”, en realidad no hacen nada por cambiar el sistema, lo único que hacen es coexistir con este, con una serie de reglas igual de absurdas que las de sus contrarios.
Finalmente, The Killing of a Sacred Deer (2015) nos presenta desde el título una evocación al surrealismo animal, ya que en ninguna parte de la cinta es siquiera mencionado este animal, incluso puede que la presencia de los animales en la cinta sea nula, sin embargo el nombre de la cinta es una retrospectiva indiscutible del mito del “Sacrificio de Ifigenia en manos de Agamenón” y una vez que sabemos esto, la película toma todo el sentido que aparentemente no tiene.
La Restricción de Pensamiento y Acción Independiente
Otro elemento fácilmente encontrable en las películas del griego son la restricción tanto del libre pensamiento como de la acción independiente, con esto nos referimos a que los individuos se encuentran privados, tanto de forma voluntaria como involuntaria, de sus libertades fundamentales de expresión. De esta forma las personas no son libres de elegir sus decisiones de vida, estas son siempre predefinidas por entidades superiores, ya sean instituciones, el gobierno o hasta familiares. El caso más inmediato que podemos analizar es el de Kynodontas (2009) en el que la manipulación de información que los padres les dan a sus hijos sirve como una forma de restricción tanto psicológica como de su propia voluntad para hacer cosas. En The Lobster (2015) es un caso un poco más extremo, en este se nos presenta la idea de que el gobierno ha instituido no sólo una forma de pensamiento absoluta, sino también un estilo de vida obligatorio, restringiendo así tanto mente como acciones, en esta historia los adultos son forzados a vivir en pareja, o sino un castigo se les será aplicado, privandolos totalmente de esta falsa libertad que poseen. Por otro lado, en The Favourite (2018) el caso vuelve a ser un tanto diferente, en este tenemos un contexto un poco más cerrado, la historia se desarrolla dentro de un castillo, en el cual hay una aparente libertad dentro de los reglamentos y protocolos del palacio, sin embargo nos encontramos de nuevo con esta falsa ilusión de la libertad en la que los habitantes de la narración están a la merced de una Reina totalmente inmadura a la que le aterra lo que los demás puedan pensar o hacer en su contra, resultando así en un ambiente controlado y restringido de muchas libertades.
Gobiernos Opresores
Este elemento en particular es muy parecido al anterior, sin embargo se establece como una represión de mayor categoría en la que las libertades no solo están privadas sino que también se involucran el uso de la fuerza militar para el cumplimiento de las exigencias de la autoridad opresora, un alto nivel de vigilancia sobre los individuos, toques de queda y supresión de personas que contradigan dicho sistema. Lanthimos nos presenta este elemento distópico en dos ocasiones: La primera es en The Lobster (2015), este es el ejemplo más perfecto de este elemento, está la fuerza opresora, que son los encargados del hotel que se encargan de llevar a cabo tanto los pasos del proceso de emparejamiento tanto como las penas que se les dictan a quienes no logran conseguir a su pareja o quienes rompen las reglas y por otro lado están los rebeldes que luchan contra ese sistema pero que también fungen como autoridad de los desertores, los cuales una vez que viven en “libertad” no tienen el derecho de tener una pareja, no porque lo dicte el sistema, sino porque así lo quieren ellos, el alto nivel de vigilancia está presente, de nuevo en ambos lados del sistema de esta historia, del lado del gobierno se nos muestra que hay policías y agentes encargados de verificar que los habitantes de la ciudad no sean rebeldes, y del lado de los renegados hay quienes se encargan de verificar que sus compañeros no establezcan relaciones sentimentales con otros. En The Favourite (2018) es la insegura personalidad de la Reina la que se encarga de fungir como vigilante, juez y verdugo de quienes considera conspiran en su contra.
La Conformidad y Extrema Igualdad
Finalmente nos encontramos con el último elemento distópico de los que Lanthimos hace uso, la conformidad colectiva y la extrema igualdad, en este escenario las personas se ven obligadas a ser muy similares, tal vez no físicamente pero sí de pensamiento, cumplir con las reglas y expectativas que el gobierno ha instituido, un ejemplo muy claro de esto ocurre en The Lobster (2015) tenemos nuevamente esta situación en la que sólo hay dos formas de vida y las personas parecen no tener problema con esto, o vives en la sociedad en la que te imponen tener una pareja y si no lo logras recibes tu castigo, o vives en la sociedad en la que tienes prohibido tener una pareja y si llegas a crear algún lazo afectivo con otra persona recibes tu castigo, en la película, a excepción clara de los protagonistas, no hay quienes hagan algo para confrontar este sistema igualitario, todos están sumidos en un conformismo absurdo. En The Killing of a Sacred Deer (2017) no se ve como una condición instituida por el gobierno, pero tal vez si por el sistema, las actitudes y reacciones que todos sus personajes tienen son muy parecidos, siempre carentes de empatía humana, siempre aparentemente fríos, siempre desalmados.
Conclusión
Cada determinado tiempo, en cualquier medio artístico surge un representante que se vale de un estilo tan particular que genera un sin fin de análisis de su obra, repasando en este caso, los momentos más importantes del cine nos podríamos remontar a Fritz Lang con su impresionismo alemán, a Eisenstein con su montaje soviético, a Vittorio de Sica por el neorrealismo italiano, a Godard o Truffaut durante la Nueva Ola francesa, o si nos movemos más hacia el futuro, a Kubrick y su perfeccionismo, Scorsese y su marcado estilo gangster o hasta Nolan y su forma “intelectual” de hacer cine, pero por algún motivo sin mucha importancia nos hemos decantado por Lanthimos, el nuevo exponente del cine griego que llegó para suplir a Angelopoulos. El director ateniense es sin duda uno de los más aclamados realizadores de los últimos años, ha demostrado que el cine no convencional también es atractivo para las nuevas audiencias y para las audiencias jóvenes, su método narrativo sumado a su estilo visual hacen que sus historias sean aunque tal vez incomodas, muy fáciles de digerir. Sin embargo lo que en esta investigación nos interesa es un elemento fundamental de estas narraciones, los elementos distópicos, los cuales en ninguna de sus películas llega a ser el género principal de estas, sino que sólo se apoyan en este recurso. Los elementos distópicos están integrados con sutileza y sin embargo es difícil pasarlos por desapercibidos. Con estos patrones que se repiten a lo largo de sus filmes, Lanthimos ha querido hacer una crítica al sistema en el que vivimos. Varios de estos elementos distópicos ya los podemos encontrar, en mayor o menor medida, en la sociedad en la que vivimos, tal vez son elementos distópicos que no nos afectan tanto o que no están tan pronunciados como en las historias del director griego pero por lo menos están ahí como un recordatorio que al igual que una utopía, una distopía es una herramienta que nos sirve para hacer conciencia y preguntarnos en qué clase de sociedad queremos vivir.
Referencias
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